domingo, 29 de agosto de 2010

LA ESPERA...29º CAPITULO

Hacía varias horas que observaba la casa, dos guardaespaldas cuidaban la entrada, pero no eran muy inteligentes, un tercero rondaba la casa por detrás y no tenía contacto con los otros durante cinco minutos. Eso le daba un margen por demás aceptable para ingresar a la casa. Cuatro habitaciones vacías y un comedor con los platos en la mesa preparados para comer. En la biblioteca se encuentra con le hombre que fue a buscar. Leyendo un libro de tapas doradas no lo ve al asesino porque esta recostado en un sillón dándole la espalda.
-Buenas tardes Gran Maestre –le dice el asesino con firmeza.
El hombre cierra su libro y gira el sillón lentamente hasta mirarlo a los ojos.
En su mirada no hay temor, sus ojos no tienen ninguna emoción. O intenta demostrar tranquilidad piensa el hombre con la pistola en su mano al costado del cuerpo. Se sienta frente a el mirándolo atentamente, esperando que diga algo.
Durante dos minutos se miraron mutuamente sosteniendo la mirada.
-Estoy listo -dice el Gran Maestre.
Cinco balas en la cabeza fueron suficientes para su trabajo. Luego de mirar la sangre en el suelo, mira la pared detrás del hombre caído y tiene una idea.
Dejando atrás los cuerpos muertos de los guardaespaldas se va tranquilamente, esta vez no quema la casa, quiere dejar un mensaje.
Mientras manejaba su auto mira un momento el libro de tapas doradas que leía el Gran Maestre, que secretos tendrá ese libro se pregunta mientras fruncía el ceño.


Gabriel
08/12/09

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