domingo, 29 de agosto de 2010

SUERTE...10º CAPITULO

Cuando intentó levantarse sintió un dolor importante en la espalda. El pecho y las manos mojadas en un líquido rojo, que por suerte provenía de la botella rota de vino tinto que había comprado para la cena. Mientras llamaba a investigaciones comenzó a revisarse para descartar posibles heridas internas. Evidentemente el chaleco antibalas le salvó la vida. El modelo que había pedido se le agregaban dos planchas de cerámica que son mas resistentes que el acero, en el frente cubriendo el pecho y por detrás en la espalda, protegiendo la columna. Al llegar la policía al lugar, procedieron a cercar la entrada hasta la vereda. La mirada del investigador fue inmediatamente a la montaña cercana con un bosque de pinos, lugar que seguro fue aprovechado por el asesino para lograr la emboscada. A ese pinar mando un grupo a delimitar e investigar. El médico que lo atendía le decía que tuvo suerte, la bala estaba en el centro mismo de la placa, con una sonrisa le muestra la bala con la punta totalmente deformada, pero el resto intacto, se podía apreciar las marcas dejada en ella por el cañón del rifle.
Resultados del ataque, una costilla rota y una botella de vino tinto desperdiciada. Con mucha satisfacción observaba el proyectil en la bolsa, mientras pensaba porque el asesino no lo había matado, sabía que fue el. Pero lo que más le intrigaba era el hecho de dejarlo con vida. Cuando sabía que la investigación moría con el si hubiera apuntado a la cabeza. No quedaban dudas que miraba las noticias y que no le agrado demasiado sus comentarios, pero dos veces no caería el asesino en la trampa, de eso estaba seguro.



09/08/09

Gabriel

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