domingo, 29 de agosto de 2010

SUSPIROS...25º CAPITULO

La suavidad de su piel aún podía sentirla en sus dedos. La noche que pasaron amándose fue impetuosa, insaciable y abrasadora. Las caricias que se daban no tenían principio ni fin en ese mar de sensualidad que vivieron con los ojos abiertos, para no perderse ningún detalle de lo que estaban sintiendo, gozando. Horas después mientras miraban como entraba la luz de la Luna por la ventana, él le acariciaba la cara y la miraba con tanta ternura que Laura solo podía suspirar por el encuentro y soñar por un futuro.
El futuro incierto que se avecinaba debido a los acontecimientos de los últimos días y que solo ella sabía. Una noche sin estrellas vivieron y la fantasía de otras noches y días por venir era lo único que tenía en mente el asesino. Una sonrisa al levantarse de la cama y un gesto de ella invitándolo a bañarse juntos hizo que este hombre duro y de pocas palabras saltara de la cama inmediatamente y riéndose con ella jugaran bajo la ducha, lavándose mutuamente y recorriendo la piel como si fuera un mapa por conocer. Al secarse se miraban cómplices de ese momento tan íntimo vivido, más íntimo que hacer el amor, el bañarse juntos los acercó aún más que las horas pasadas entre las sábanas.
Un almuerzo rápido hicieron, para poder dedicarse a amarse nuevamente. Entrada la noche se despidieron con muchos besos y un abrazo interminable que pareció durar un día. Al volver a su cabaña se sorprendió de lo que sentía, tan alejado estaba de su mundo, el mundo de la muerte. Quería volver enseguida con esa mujer, pero debía ser cauteloso con la gente que conocía, cualquier error y no solamente podía morir él, ella también.
Estaba enamorado y eso era inaceptable en su mundo, pero ahora ya no le importaba.




Gabriel
21/11/09

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