domingo, 29 de agosto de 2010

UNA MUJER HERMOSA...17º CAPITULO

Cuando escucho el tronido del cuello, dejó de apretar y comenzó a soltar lentamente para que no hiciera mucho ruido el cuerpo al caer al suelo. La mujer de unos treinta años, rubia, era la perfección de la belleza de la condición humana, la criatura más bella que hubiera visto el hombre. Pero también era dueña de una de las empresas que vendía droga al mejor postor. Aunque en el pasado le había comprado armas, otra faceta de su empresa, no interfería con su trabajo, pero esta vez el trabajo era ella. La acomodó en el sillón desde el cual se tenía una vista de la playa y el mar, las olas golpeaban suavemente en la arena. Luego de acomodarle el pelo que tapaba su frente para que se viera más hermosa aún, como ella hubiera querido. Prendió un cigarrillo y aspirando lentamente el humo la miraba atentamente. El vestido que llevaba no dejaba nada a la imaginación, verde como sus ojos, un gran escote dejaba a la vista mucha piel y un tajo a los costados liberaba unas piernas firmes, bellas, producto de horas de ejercicios. Todo esto ya no importaba, aunque su cuerpo ya no tenía más el brillo de la vida, parecía que dormía, tiernamente la volvió a acomodar a lo largo, como si descansara. Apagó las luces y se sentó a esperar a que llegara el esposo. La orden había sido que pareciera un asesinato suicidio. Mientras preparaba la pistola que debería usar, las luces de un automóvil iluminan la entrada de la casa de la playa.


Gabriel
30/08/09

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